Nos encantó alojarnos aquí, está muy bien situado, céntrico. El desayuno es muy bueno, mucha variedad de dulce, salado (pancakes, yogur, salmón, fruta....) opciones sin gluten y sin lactosa y té y café disponibles a lo largo del día. Está muy bien insonorizado pues teníamos un festival justo en frente de la habitación y ni nos enteramos de los conciertos. La habitación es pequeña (como parece ser habitual en Noruega) pero cómoda, y tanto esta como el baño estaban muy limpios. La cama era cómoda. Personal amable en todo momento. Cenamos en el restaurante, muy rico y recomendable. Lo único negativo a destacar: El desayuno a ciertas horas puede estar muy concurrido, pero no supone mayor problema. El parking hay que reservarlo con bastante antelación pues tienen pocas plazas. La ducha no desaguaba bien y se encharcaba el baño.
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